miércoles, 3 de junio de 2009

¡Qué alegría!


Un tipo que tenía graves problemas cardiacos decide ir al médico, quien le dice que debido a la delicada situación de su corazón no podía tener grandes alegrías, porque eso podía generarle un infarto, ante lo cual el tipo decide hacer una vida tranquila sin grandes excitaciones.


Un día el tipo vuelve a su casa y escucha ruidos adentro, trata de abrir la puerta y se da cuenta que está trabada. Se enfurece e intenta derribarla. La mujer que estaba teniendo sexo con un amante escucha el ruido de la puerta y le dice al amante:


"Escóndete abajo de la cama que llegó mi marido"



"No, no, es el primer lugar en el que va a buscar tu marido"
"Bueno, entonces métete en el armario."


"Ahí también se va a fijar"


"Bueno, entonces métete en la heladera"
Encierra al tipo en la heladera, luego va corriendo y destraba la puerta. Entra el marido enfurecido y le dice:


"¿Qué es lo que pasa que la puerta está cerrada por dentro? ¿Vos no estarás con otro tipo?"
Y ahí nomas va al cuerto y se fija debajo de la cama. Nada. Abre el armario y se fija a ver si había alguien. Nada. Revisa varios rincones de la casa y después de un rato largo se convence de que no hay nadie. Ante el convencimiento de que su mujer no lo engaña le agarra un ataque de alegría y se muere de un infarto.


El tipo llega al cielo y empieza a recorrer, en eso ve a un tipo con un cuchillo clavado en la espalda y le pregunta:


"¿Qué le paso?"


"Me quisieron asaltar y me apuñalaron por la espalda".


Sigue caminando y ve a un tipo todo mojado y le pregunta:


"¿Y a usted que le pasó?"
"Me caí con el auto al río y fallecí ahogado".


Sigue caminando y ve a un tipo tirado en un rincón muerto de frío, el cual obviamente había muerto congelado, quien le dice:


"A usted se lo ve bien, ¿de que se murió?"


El recién llegado al cielo le contesta:
"El médico me dijo que no podía tener grandes alegrías o me agarraba un paro cardíaco. Un día llegue a mi casa y pensé que mi mujer estaba con otro, lo busqué por todos lado pero como no lo encontré me agarró un ataque de alegría y me morí"


"¡Pelotudo, te hubieras fijado en la heladera y nos salvabamos los dos!"

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